Siempre hablamos de los cuidados que deben tener los niños, adultos o embarazadas sobre sus dientes. Sin embargo, olvidamos una de las etapas más difíciles del ser humano: la adolescencia.
En esta etapa de la vida la rebeldía es común y por ende es muy frecuente que adquieran malos hábitos como fumar, beber alcohol, abusar de las golosinas y descuidar el cepillado y otros hábitos de higiene.
Además durante este período las hormonas juegan un papel muy importante, producen cambios fuertes en el cuerpo e influyen sobre la salud bucal.
De hecho, los cambios hormonales típicos de este período aumentan significativamente la cantidad de adolescentes que padecen de enfermedades periodontales, ya que la progesterona y el estrógeno causan un aumento de circulación sanguínea en las encías, lo que hace que las mismas se tornen mucho más sensibles.
También está comprobado que las enfermedades periodontales suelen aparecer en mayor número durante la adolescencia, por la falta de práctica de higiene bucal. Entonces, es aquí donde debemos poner énfasis.
Es importante recordar que estos hábitos comienzan en la niñez, ya que si es adquirido antes de los 13 años, seguramente el adolescente tenga menos inconvenientes para cepillarse los dientes y mantenerlos limpios.
Por ello siempre debemos inculcarle el lavado de sus dientes mediante el cepillado, el uso de hilo dental y el enjuague, para obtener así una correcta higiene bucal. De esta manera se remueven los residuos alimentarios y la placa bacteriana, que se acumula en los dientes y al borde de las encías.
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